domingo, 2 de abril de 2017

La independencia de Haití



La independencia de Haití vino marcada por la sociedad de La Española, y así una comunidad esclavista dedicada a la producción de azúcar y café. Estaba controlada por dos potencias: Francia cuyo territorio es la actual Haití y España cuyo territorio es la actual República Dominicana. En 1776 fue uno de los territorios en independizarse; se delimitan las fronteras entre haití, la antigua parte francesa y República Dominicana, la antigua parte española, pero estas no quedarán definitivamente marcadas hasta el Tratado de Basilea (22 de julio de 1795)|Tratado de Basilea, en 1795.

Con la Revolución francesa]], en 1789, se extienden por toda la isla las ideas de «Libertad, Igualdad y Fraternidad. Será la idea de igualdad la que evoquen los esclavos en sus reivindicaciones, sobre todo cuando estos se salen. François Dominique Toussaint-Louverture|Toussaint se pone al frente de esta revuelta de esclavos y se hace con el poder en 1795. Esto le convierte en el primer país con un Estado dirigido por gente de color, en la historia occidental. Una de las primeras medidas que toma es la abolición de la esclavitud. Para esta revolución cuenta con el apoyo de Inglaterra, que controla los mares e impide a la flota francesa prestar apoyo en Haití a las fuerzas leales.

La independencia de Haití supone entrar en guerra con Francia y, más tarde, con España. Jacobo I de Haití|Jacobo Desssalines I se proclama emperador y su lugarteniente será Toussaint Louvertuure|Toussaint. Es el primer Estado independiente y de color.

En 1801 Toussaint invade La Española y llega a Santo Domingo (República Dominicana)|Santo Domingo. En 1802 entra en guerra con Francia, que ganará gracias a las escasas fuerzas militares que Napoleón es capaz de enviar, a la resistencia de los esclavos y a la fiebre amarilla, y proclamará la independencia. Santo Domingo no pertenecía ni a Francia ni a España desde el Tratado de Basilea de 1795, pero tenía un fuerte sentimiento antifrancés, y estaba controlada, de hecho, por España. Pero en 1802 Santo Domingo decide hacer una revuelta para poder conseguir sus propios derechos.

Los criollos de Haití emigrarán a Santo Domingo durante la revuelta de los esclavos. La economía de Santo Domingo era más ganadera y de subsistencia que la de Haití proveniente.

Una vez proclamada la independencia de Haití, Jacobo I se propone invadir Santo Domingo, en 1805. La presencia de una flota francesa en las Antillas, por el bloqueo, fue interpretada como un intento de invasión de Haití por los franceses, y los haitianos se retiraron de Santo Domingo, que quedó bajo gobierno francés. En 1808 se agudizan las tensiones entre el gobierno francés y la población dominicana, debido a la Guerra de la Independencia Española guerra en España y a la prohibición de comerciar con Haití. Juan Sánchez Ramírez|Sánchez Ramírez, en 1809, conspira desde Puerto Rico para expulsar a los franceses de la isla, pero no proclamará la independencia, sino la adhesión a España.

En 1820 surge una nueva amenaza de invasión haitiana. En España están gobernando los liberales. Al frente de la resistencia se pone José Núñez de Cáceres, un criollo relegado de las funciones de gobierno por los funcionarios de Fernando VII, y toma el poder. En 1821 proclama la independencia de España, pero en 1822 Haití invade Santo Domingo y se inicia una dominación que durará 22 años. Este dominio llevará el liberalismo a la isla, de la mano de Jean Pierre Boyer. Se deroga la esclavitud y se hace una reforma agraria, con medidas como la desamortización y la unificación del régimen de tenencia de la tierra entre las dos partes de la isla. La unidad mínima de propiedad serán 5 hectáreas.

En 1844 comienza la guerra de independencia contra Haití. En 1861 Santo Domingo se vuelve a unir a España. Pero los dominicanos se sienten dominados por un gobierno extranjero que impone sus leyes. En 1863 comienza la rebelión contra España, y se convierte en una guerra de independencia. En [1865] se restaura la independencia, esta vez definitivamente. Todo el país está gastado y usado en cuanto en armas,por ende será políticamente inestable. Esta será una herencia que arrastrará durante mucho tiempo, así como su enfrentamiento con Haití.


Tratado de Basilea (22 de julio de 1795)


El Tratado de Basilea entre la República Francesa y la Monarquía de Carlos IV de España, firmado el 22 de julio de 1795 en la localidad suiza de Basilea, puso fin a la Guerra de la Convención entre los dos países que se había iniciado en 1793 y que había resultado un desastre para la monarquía española, pues las provincias vascongadas y el norte de Cataluña acabaron ocupadas por las tropas francesas. Este tratado se firmó después de la firma de la paz entre Francia y Prusia en abril de ese mismo año.

Historia

La aparición de sentimientos "catalanista" y "vasquista" en las "provincias" donde se estaba combatiendo, junto con el desastre militar y la lastimosa situación en la que quedó la Hacienda real —los gastos de la guerra habían provocado un grave déficit— obligaron a Manuel Godoy a iniciar negociaciones de paz. Del lado francés también había cansancio por la guerra y la caída de Robespierre en julio de 1794 y la llegada al poder de los republicanos moderados o thermidorianos abrió una nueva etapa en la República. Tras unos primeros contactos infructuosos, las negociaciones tuvieron lugar en Basilea, donde residía François Barthélemy, representante de la República francesa ante la Confederación Helvética, a donde acudió Domingo de Iriarte, embajador de la Monarquía de Carlos IV en la corte de Varsovia, quien conocía a Barthélemy desde su estancia en la embajada de París en 1791, amistad que facilitó mucho llegar a un acuerdo —que también se vio favorecido por la muerte en prisión del Delfín Luis XVII el 8 de junio de 1795, ya que Carlos IV exigía su liberación como condición para lograr la paz—. Así finalmente los dos plenipotenciarios firmaron el 22 de julio de 1795 el Tratado de Basilea que puso fin a la Guerra de la Convención.

En su virtud, España logró la devolución de todo el territorio ocupado por los franceses al sur de los Pirineos pero tuvo que ceder a Francia, a cambio, su parte de la isla de Santo Domingo en el mar Caribe, aunque conservó la Louisiana, también reclamada por los franceses. En una cláusula secreta se resolvió otro tema controvertido: la liberación de la hermana del delfín fallecido e hija de Luis XVI (María Teresa de Francia), que sería entregada al emperador de Austria. En otro artículo secreto se estipulaba:
Por cinco años consecutivos desde la ratificación del presente tratado la república francesa podrá hacer extraer de España yeguas y caballos padres de Andalucía, y ovejas y carneros de ganado merino, en número de cincuenta caballos padres, ciento cincuenta yeguas, mil ovejas y cien carneros por año.

Por otro lado, el Tratado abría la puerta a mejorar las relaciones entre la Monarquía de España y la República Francesa porque en su artículo 1 no sólo se hablaba de paz, sino de «amistad y buena inteligencia entre el Rey de España y la República francesa», e incluso en otro artículo se hablaba de la firma de un «nuevo tratado de comercio», aunque éste nunca vio la luz. Según el historiador Enrique Giménez, «la modestia de las reivindicaciones francesas» se debió a que «la República pretendía la reconciliación con España y reeditar la alianza que había unido a las dos potencias vecinas durante el siglo XVIII frente al común enemigo británico».

Como recompensa por el éxito de tratado, Manuel Godoy, primer Secretario de Estado y del Despacho, recibió de los reyes el título de "Príncipe de la Paz", algo que iba en contra de la tradición de la Monarquía Hispánica que sólo reconocía el título de príncipe al heredero al trono —en este caso al varón primogénito de los reyes, Fernando, Príncipe de Asturias—.
 

Causas de la Revolución francesa




(A) Situación política: El pueblo francés ya estaba cansado y no confiaba en la sociedad de órdenes, tal como existía hacia finales del Siglo XVIII y tal como más o menos venía repitiéndose desde hacía cientos de años, puesto que en los hechos había derivado en una clase privilegiada (la nobleza) demasiado rica, con demasiados poderes, y poco numerosa, que confrontaba con una mayoría de la población (el llamado estado llano), que era demasiado pobre, y que tenía muy pocos derechos.
(B) Situación económica: Francia había sufrido, durante los años que precedieron a 1789, numerosas sequías y heladas, lo que había arruinado varias cosechas. No obstante esa penosa situación, los agricultores debían cumplir con sus obligaciones fiscales, independientemente de los rendimientos agrícolas obtenidos. Y poco a poco, y año a año, la situación se transformó en insoportable, pues en los campos y en ciertos sectores de las ciudades, la desnutrición y aún la muerte por inanición, pasó a ser algo relativamente corriente.
(C) Mundo de las ideas: Acciones de filósofos y enciclopedistas, así como acontecimientos internacionales (como por ejemplo la independencia estadounidense), también aportaron lo suyo, dando base teórica a la necesidad y posibilidad de instrumentar cambios; burgueses y aún nobles liberales, instruidos y de buen nivel cultural, hicieron sus contribuciones en cuanto a difusión de ideas nuevas y en cuanto a convincentes y encendidos discursos.
(D) Situación social: Como resultado del devenir económico y de la rigidez de la estructura política que acaba de ser presentada, el pueblo aspiraba a mejorar su propia y penosa situación, ya que no podía tolerar ni soportar más una sociedad tan injusta y tan rígida, que los conducía a la extrema pobreza y al hambre.


Características

1º) 1789-1791 poder de la alta burguesia 
-Mala situacion economica en Francia
 
-Se incrementan los impuestos
 
-Se declaran los principios revolucionarios
 
-Gran miedo: agitacion social y politica (sublevacion contra la nobleza)
 
-La Asamblea General Constituyente: Declaracion de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
 
-Tendencias politicas del tercer estado: jacobinos, feiullants, girondinos

Primera fase: 1791-1793

Juramento de Bois Caïman

Tras varias semanas de organizarse en secreto, durante la noche del 14 y 15 de agosto, en Bois Caïman se da una ceremonia vudú (fr) liderada por el esclavo jamaicano y houngan Dutty Boukman. Frente a doscientos participantes, todos siervos de la plantación de Lenormand de Mézy, y asistido por la mambo, alta sacerdotisa vudú, Cécile Fatiman (en), él hace el siguiente juramento

Llegada de Sonthonax

El 29 de abril la Asamblea Nacional nombró comisionados civiles para la colonia a Léger-Félicité Sonthonax, Étienne Polverel y Jean Antoine Ailhaud. Estos llegaron a Le Cap el 18 de septiembre con 6.000 soldados. De inmediato buscaron calmar la situación e imponer la autoridad revolucionaria. Primero deportaron al anterior gobernador general (que será guillotinado en París poco después por monárquico), después negociaron el apoyo de los libertos y desterraron a todos los blancos que se negaban a reconocer la igualdad política de todos los hombres libres (muchos sospechosos de realismo). Sin embargo, se negaron a ceder a las demandas de los esclavos y la guerra continuó en el norte. El 21 de septiembre se proclama la Primera República Francesa.

Segunda fase: 1793-1798

Intervención británica

Desde Kingston, el 9 de septiembre, zarpa una flota encabezada por el buque insignia de 64 cañones HMS Europa (bajo las órdenes del capitán George Gregory) y conformada por el sloop francés capturado Goéland de 14 piezas (comandante Thomas Wolley) y la goleta Flying Fish (teniente coronel John Whitelocke); arribó diez días después a Jérémie sin encontrar resistencia con la intención de apoyar a los blancos monárquicos de Paul-Louis Dubuc. Whitelocke desembarcó con 700 soldados y tomó el puerto en nombre de su país. El 21 Ford y Whitelocke marcharon a Cap du Môle, llegaron a la siguiente jornada y convencieron a la guarnición, formada principalmente por irlandeses, de sumarse a sus fuerzas. El 4 de octubre los británicos intentan llegar a Cape Tiburòn, en el extremo suroeste de la península homónima, pero al no encontrar los refuerzos realistas prometidos se retiraron.

Retirada británica

El gobernador general Laveaux era visto con sospecha por los mulatos, por su abierta simpatía por los negros recientemente manumisos. Debido a esto, el 20 de marzo de 1796 en Le Cap se produce un motín entre los mulatos y es arrestado pero Louverture reacciona de inmediato y marcha con 10.000 negros desde Gonaïves. Laveux es liberado y el 31 de marzo Louverture es nombrado teniente general, segundo al mando del gobernador, pero él es verdadero dueño de la colonia.

Tercera fase: 1799-1801

Se conoce como Guerre des Couteaux, «Guerra de los Cuchillos» (fr), al enfrentamiento entre ambos caudillos que deseaban el poder completo sobre la isla.
Rigaud temía a Louverture, contaba con más 15.000 soldados pero las fuerzas de su rival norteño le sobrepasaban tres a uno. Las tensiones empezaron el 21 de febrero de 1799, cuando envió emisarios a la catedral de Port-Républican (antiguo Port-au-Prince) para anunciar su intención de tomar Jacmel y Léogâne bajo su control. La guerra estalló entre el 15 y 16 de junio, cuando Petit-Goâve fue asaltada por los ejércitos meridionales y la mayoría de los negros residentes acabaron masacrados. Los mulatos rápidamente conquistaron Jacmel y Grand Goâve pero la capital es defendida tenazmente por la guarnición leal a Louverture. Además, la región norte contaba con un fuerte sentimiento negro y recibía el apoyo anglo-estadounidense.

Cuarta fase: 1802-1804

El Primer Cónsul Napoleón Bonaparte deseaba reimponer el dominio efectivo sobre la colonia, disputar el Caribe a los ingleses y crear un imperio colonial. Sin embargo, sólo envió la expedición una vez que logró la paz con los británicos el 1 de octubre, muy superiores navalmente. A cargo de la misma estaba su cuñado, Charles-Victoire-Emmanuel Leclerc, zarpando de Brest el 14 de diciembre. La flota estaba al mando del almirante Louis Thomas Villaret de Joyeuse (fr) y contaba con 21 fragatas y 35 buques de línea. Poco después, fueron zarpando refuerzos desde Tolón (14 de febrero de 1802) a cargo del contralmirante conde Ganteaume (fr) y desde Cádiz (17 de febrero dirigida por el contraalmirante conde de Linois. Desde Santiago de Cuba se unió el almirante Federico Gravina con barcos españoles.