Quienes fueron los pre-agricolas
Estas
culturas no conocían la agricultura, eran comunidades que tenían como
actividades principales: la caza, la pesca y la recolección de frutos
silvestres. Actividades que ocupaban todo su tiempo, estos pueblos no tenían
caminos para comunicarse, para ello seguían el curso de los ríos.
Taíno.
Es considerado como el
grupo cultural más avanzado, dentro del ámbito arawaco. Sus expresiones
culturales están caracterizadas por un dominio visible de su medio ambiente,
conocimiento a fondo de la agricultura y utilización del riego en ciertas zonas
de La Española. Juego de la pelota con grandes plazas ceremoniales. Diversas
expresiones líticas de primer orden: excelentes trabajos en piedra y concha.
Cerámica incisa punteada con continuidad de motivos y secuencias decorativas,
hasta el logro de complicadas formas de decoración en todo tipo de material.
Presencia del vaso-efigie de la forma navicular muy característica, así como
presencia de botellas o potizas.
Subtaíno
o indio de origen arawaco con expresiones culturales menos
complicadas que las del llamado taíno. Posee las características principales
del taíno y su misma lengua. Su cerámica no alcanza la expresión del modelado
inciso que distingue a los taínos de Puerto Rico y La Española. En la mayoría
de los casos es una cerámica de pobre decoración, con incisiones rústicas,
punteado violento y protuberancias o apéndices que no destacan bien las figuras
que representan, sin que ello quiera decir que no existan excepcionales casos
de objetos bien terminados. El subtaíno utiliza con frecuencia el montaje de
tiras de barro como elemento decorativo (appliqué). Las áreas subtaínas no llegaron a
desarrollar la talla en madera en gran escala, su juego de pelota no presenta
construcciones o bateyes importantes en el área y su
organización religiosa no tiene el ceremonial que alcanzó la taína.
Cacique era el que designaba a los
jefes de las comunidades taínas de las Antillas. ... Son derivados de este
término las palabras caciquismo, cacicato, cacicazgo y caciquear.
Nitaínos: de menor señorío o rango que
los caciques. Eran asistentes de los caciques, lazos de unión entre el cacique
principal y las tribus que gobernaban.
El behique, bohique o
buhitío era un personaje
necesario en toda la tribu, y ocupaba un puesto privilegiado en la pirámide
social después del cacique y los nitaínos. “Ellos representaban el nivel de
desarrollo social y religioso de los taínos”
Los
Naborías que
era la clase más baja, estaba compuesto por los aldeanos que trabajaban la
tierra, cazaban, pescaban, eran los encargados de hacer los trabajos más duros.
Organización política y social
Los
taínos vivían en pequeñas agrupaciones en torno a aldeas, vinculados por lazos
de parentesco.
Las
aldeas eran el elemento básico de la organización tribal y territorial y no
superaban las 600 personas. Eran gobernadas por caciques, vocablo antillano que
designaba a los jefes y que tras la expansión de los españoles se difundió por
toda la América colonial.
Entre los caciques los había de distinto rango: desde quienes dirigían un
poblado pequeño hasta quienes dominaban vastas regiones en base a
confederaciones con diverso grado de estructuración.
Entre
los mayores y más consolidados cacicazgos de La Española sobresalían, a fines
del siglo XV, Marién, encabezado por Guacanagarí; Xaraguá, dominado por
Behechio y Anacaona; Maguana, dirigido por Caonabó; Maguá, zona muy fértil bajo
el poder de Guarionex y, finalmente, Higüey, gobernado por Higuanamá.
Las
decisiones que afectaban a la comunidad eran tomadas por los caciques en un
consejo de carácter religioso, donde el cacique principal se limitaba a
comunicar a los demás la voluntad de los dioses
taínos. Por lo tanto, la estructura política se podría calificar de
despótica incipiente.
La
sociedad taína se dividía en dos grupos: los caciques y los campesinos. Esta
estratificación tenía un origen mítico, fuente del poder de los caciques. Sin
embargo, en la vida cotidiana las diferencias sociales se reducían a las
funciones que cumplía cada grupo y no poseían un fundamento económico.
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La
propiedad de la tierra era comunal, es decir, pertenecía a la colectividad
aldeana. En virtud de aquello, no había mayores desigualdades materiales
entre unos y otros. Los beneficios que obtenían los jefes, fruto del trabajo
de los campesinos, no eran atesorados y se consumían en fiestas comunitarias.
Así, los privilegios de los caciques se limitaban al monopolio de la
religión, el acceso a la poligamia y
ciertas comodidades en la vivienda.
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Actividades productivas
Los taínos llamaban conuco al lugar destinado a los sembradíos, empleando como técnicas
agrícolas la siembra en montículos y el sistema de roza o tala y quema del
bosque. En los montículos o montones, formados por túmulos circulares de tierra
suelta, se desarrollan mejor las raíces tuberosas como la yuca (Manihot
esculenta) y los ajes y las batatas (Ipomoea batatas),
mientras que el sistema de roza fue utilizado, principalmente, para la siembra
de maíz (Zea
mays), el cual plantaban en época de luna llena al creer que así se
garantizaban el crecimiento de la planta.
Los taínos aprovecharon, igualmente, los ciclos de lluvia para dar
inicio a sus siembras y en la fase final de su evolución ya empeaban ciertos
tipos de regadíos o acequias donde eran necesarios por la aridez de la tierra.
Sus instrumentos agrícolas fueron las hachas de piedra y la coa o pullón, especie de bastón de madera para cavar, cuya punta era
previamente endurecida por el fuego.
Con la fricción de ciertas leñas los taínos obtenían el fuego, con
el que cocinaban muchos de sus alimentos, cocían la cerámica y derribaban
grandes árboles para preparar sus sembradíos o conucos y confeccionar las
canoas.
Cuando caminaban o pescaban por la noche se alumbraban con hachos
o trozos de madera resinosa como la cuaba o pino (Pinus occidentalis) y el goaconax o guaconejo (Amiris spp.).
Las hachas de piedra, al igual que los raspadores de concha,
fueron artefactos de trabajo muy empleados por los taínos, principalmente para
hacer sus múltiples objetos de madera.
Las hachas más típicas en la cultura taína son las petaloides,
nombre dado por semejarse a pétalos de flores, pero hubieron otros tipos de
hachas, como las hachas de cuello y los buriles, siendo algunas de ellas de uso
manual, mientras que las de mayor tamaño se ataban al extremo de un mazo de
madera.
Para la fabricación de sus hachas los indígenas seleccionaron
rocas de gran consistencia y, por lo general, la superficie del instrumento
presenta un reluciente pulimento.
El principal cultivo de los taínos era la yuca (Manihot
esculenta) que rallaban o "guayaban" obteniendo una masa
de la cual elaboraban el cazabí o cazabe (en la
actualidad, casabe),
especie de pan seco o torta que, previamente, tostaban sobre un burén y constituía su alimento básico.
El maíz (Zea mays) fue otro ingrediente importante en su
dienta. Lo cosechaban dos veces al año y lo comían crudo, cuando tierno, y
asado, cuando más seco o maduro. También lo rallaban o trituraban para hacer
con agua cierto potaje.
Otros cultivos complementarios fueron la batata (Ipomoea
batatas), y el aje (posible variedad de batata) que asaban entre
las brasas, además de la yahutía (Colocasia esculenta), la guáyiga (Zamia debilis),
el lerén (Calathea
allouia), el maní (Arachis hypogea), el tabaco (Nicotiana
tabacum), algunas especies de ají (Capsicum spp.) y frutas como la piña o ananá (Ananas
comosus).
Otras muchas frutas, entre ellas el mamey (Mammea
americana), la guanábana (Annona muricata), la lechosa o papaya (Carica papaya),
el mamón o corazón (Annona reticulata), la guayaba (Psidium
guajava), el caimito (Chrysophyllum cainito), el icaco o hicaco (Chrysobalanus
icaco) y la pitahaya (Hylocereus undatus) eran recolectadas en estado
silvestre.
Religión, mitos y
creencias
La religión de los taínos era politeísta, creían en
diferentes dioses a los que llamaban cemíes y los hacían de piedra o madera.
Entre sus dioses, el principal era el dios de la Yuca, llamado
Yucahu-Bagua-Maorocoti. También tenían otros dioses como Atubey, madre de
Yucahu, Guabanex, diosa que se relacionaba con la lluvia, el viento y los
huracanes.
En honor a los dioses celebraban el rito de la cohoba, que
era dirigida por el cacique junto con el behique, comunicándose el cacique a
través de ésta ceremonia con los dioses y recibía consejos de estos.
Hacían fiestas llamadas areítos, con las que conmemoraban
hechos importantes. Los areítos eran creencias organizado en versos medidos,
cantados siempre de la misma manera, siendo éstos celebrados como bailes
cantados y dirigidos por una persona principal que recitaba las historias
danzando.
Los mitos se relacionaban con el origen del Sol y de la Luna,
salidos de una cueva llamada Jovovava.